Utilizando Nuestros Talentos y Fortalezas para Planificar el 2016
/Como es costumbre, el 1ro de Enero suele ser el momento propicio para reflexionar sobre las metas cumplidas, las que nos quedaron pendientes por alcanzar, y las que nos proponemos lograr en el año que recién comienza. Suele ser un momento de musa e inspiración que nos conduce a nuevas ideas y propósitos en los que nos prometemos comenzar a trabajar apenas recuperemos las energías que se llevó el mes más ajetreado del año.
De mi parte, comienzo este blog para dar cumplimiento a un viejo propósito concebido hace ya unos cuantos primeros de Enero, y que por una u otra razón se me había quedado atascado en el tintero. Es parte de un propósito mayor: el de ayudar a todas las personas que pueda a descubrir sus talentos como una manera de inspirarlos a que conozcan lo infinitamente especiales que son. A riesgo de que suene a cliché, estoy convencido de que cada uno de nosotros tiene dentro si la clave de su propia prosperidad; un póker de ases que, cuando son bien jugados, puede llevarnos a alcanzar logros inimaginables.
En cualquier proyecto, para poder formular metas de manera efectiva, es importante hacer un inventario de los recursos y activos con los que contamos. Por ejemplo, si queremos emprender un viaje de 15 horas por carretera, lo primero que tenemos que preguntarnos es si contamos con un vehículo cómodo y en buen estado de funcionamiento. Si anticipamos que pueda llover en el camino debemos chequear que nuestros neumáticos y limpiaparabrisas estén en optimas condiciones, y si hay que subir cuestas muy empinadas tendríamos que asegurarnos de que el vehículo tanga doble transmisión. De la misma manera, al emprender proyectos para el año que comienza, es vital hacer un inventario de nuestro equipamiento. De aquellos aspectos que, como la doble transmisión del vehículo, nos hacen sentir confiados y bien preparados para alcanzar nuestras metas por exigentes que sean.
El problema es que a la mayoría de las personas nos cuesta identificar nuestros talentos por cuenta propia, ya que culturalmente estamos más habituados a pensar en debilidades o “áreas de oportunidad” que en nuestros puntos fuertes. Tenemos un obsesión por la carencia, el déficit y lo negativo la cual distorsiona nuestra autopercepción impidiéndonos reconocer nuestras cualidades. Además, muchas veces pensamos que el tener conocimientos sobre un área especifica es sinónimo de tener talento para ella, o simplemente creemos que el talento no es importante porque, a fin de cuentas, "el trabajo duro es lo único que hace la diferencia para alcanzar el éxito".
Ciertamente, el conocimiento, la experiencia y el esfuerzo nos llevan a resultados. Sin embargo, en el mundo competitivo en que vivimos alcanzar resultados puntuales no es suficiente. Hace falta alcanzar RESULTADOS EXCELENTES EN FORMA CONSISTENTE Y SOSTENIBLE, y para ello hace falta talento. En otras palabras, el talento es lo que hace posible que entre un grupo de personas con niveles similares de conocimiento, experiencia y disposición al trabajo duro siempre hayan unas con desempeño extraordinario y otras con desempeño mediocre o deficiente. El talento es, pues, el intangible que hace la diferencia entre lo excelente y lo promedio. Entre lo consistente y lo eventual. Por eso es importante conocer nuestros talentos. Para trabajar en proyectos en los que podamos sobresalir y ser excelentes en forma consistentemente y sostenible. Pero además, para que invirtamos nuestros esfuerzos de capacitación, nuestro tiempo y nuestro dinero puliéndonos aun más en las áreas en las que tenemos mayores probabilidades de retorno, en lugar de invertir en áreas en las que, a lo sumo, alcanzaremos un desempeño promedio.
La buena noticia es que el talento no es un don exclusivo de las celebridades que nos muestra la TV o el cine. Todos tenemos talento para algo, y por lo tanto todos somos, potencialmente, celebridades esperando ser descubiertas. Nuevamente, la clave es identificar esos talentos, trabajar en ellos para convertirlos en fortalezas, y emplearlos en algo productivo.
Pero, cómo saber si nuestros proyectos para el año que comienza están alineados o no con nuestros talentos? La respuesta a esta pregunta no es sencilla. No solo porque no estamos habituados a pensar en nuestros talentos (como ya explicamos), sino porque los proyectos suelen ser multifacéticos y las vías para lograr resultados exitosos también pueden ser multiples.
Todo proyecto, por sencillo que sea, supone tareas de distinta índole, algunas de las cuales probablemente nos encantan y las hacemos bien naturalmente, y otras no tanto. Por ejemplo, si quisiéramos elaborar tortas de cumpleaños para vender, puede ser que nos apasione confeccionar las tortas propiamente, que nos motive el proceso de diseñarlas de acuerdo a la personalidad o edad del cumpleañero, o que nos entusiasme probar nuevos ingredientes, mezclas y sabores. Pero, al mismo tiempo, quizá tengamos muchísima dificultad (o nos aburra ad infinitum) llevar la contabilidad de costos, tener la disciplina de planificar el inventario, salir a vender las tortas, cobrarle a los clientes, etc. Entonces, cómo saber si es un proyecto que nos viene bien o no?. Si lo que nos apasiona es confeccionar tortas no sería más conveniente emplearnos en una pastelería?. Es probable, pero también sería conveniente evaluar otras alternativas y recursos que podríamos tener a la mano: Tenemos quizá algún socio con talentos complementarios que compense nuestras limitaciones y se encargue de las ventas y la contabilidad? Esa podría ser una combinación ganadora. Lo importante es discernir si aquello que nos entusiasma del proyecto es su versión romántica, idealizada o “poco aterrizada”, o si realmente estamos conscientes de todo lo que el mismo implica, de nuestras fortalezas, de nuestras limitaciones y de los recursos de apoyo con los que contamos.
Lo ideal para conocer los propios talentos, y saber si están alineados con nuestros intereses y nuestros recursos de apoyo es elaborar un inventario con la ayuda de un coach especializado que utilice herramientas científicas para ello (ej. el Clifton StrengthsFinder es una de esas herramientas). Sin embargo, como ejercicio preliminar te proponemos lo siguiente: Piensa en el principal proyecto que estas formulando para este año. Haz una lista de las tareas que se asocian al mismo, diferenciando entre tareas principales y tareas secundarias (toma en cuenta para ello el número de horas al día que te llevaría realizar cada tarea). Luego contesta con sinceridad a las siguientes preguntas:
1. Las tareas principales de este proyecto son motivantes para mi?. Es decir, me hacen sentir fuerte, entusiasmado(a) y orgulloso(a) de mi mismo(a) mientras las realizo?
2. Si el dinero no fuese importante, escogería yo esas tareas como hobby?
3. Puedo trabajar en esas tareas por largas horas, durante todo el año, y sin aburrirme ni dejarlas a medias?
4. Me siento apasionado(a) por el proyecto?
5. Me levantaré todos los días del año con ganas de trabajar en ese proyecto?
Lo importante aquí es discernir si tenemos el talento para realizar de manera CONSISTENTEMENTE EXCELENTE Y CON ENTUSIASMO las PRINCIPALES tareas asociadas a este proyecto. Si podemos responder a la mayoría de las preguntas de manera afirmativa y convencida, muy probablemente las tareas PRINCIPALES del mismo están alineadas a nuestros talentos dominantes. Por el contrario, si no estamos seguros o estamos convencidos de que la respuesta es un rotundo “NO”, quizás debamos reevaluar nuestras metas para este año y tratar de entender por qué nos planteamos ese proyecto y no otro en primer lugar.
Como parte de mi proyecto particular, el cual emprendo con este primer blog-post, te estaré llevando en forma semanal una reflexión sobre el desarrollo humano a través del talento. Cada semana comentaré e ilustraré algún talento en particular, relacionándolo con testimonios y vivencias cotidianas. La idea, como señalé antes, es diseminar el conocimiento sobre los talentos y estimular a tantas personas como me sea posible a que conozcan y aprovechen sus propios talentos, para así contribuir a su desarrollo profesional y al enriquecimiento sus vidas.
Agradeceré infinitamente tu retroalimentación compartiendo comentarios, testimonios, puntos de vista y preguntas. Agradeceré muchísimo, también, que compartas estas reflexiones con tantas personas como te sea posible.
Feliz y Prospero 2016!